miércoles, 16 de marzo de 2016

05

No, es cierto, no me lo esperaba. Se me hace extraña la situación, para qué mentir. Hemos pasado del todo a la nada, a la más absoluta, a la que no tiene piedad alguna. De un día para otro, sin más razón alguna, al menos que yo conozca. Y para qué negarte que llevo desde entonces contando los días y las horas, en vano, por supuesto. Ahora todo me queda claro, jugaste con tus reglas y empezaste cuando yo aún estaba calentando. Pues bien, ganaste. Pero ahora comienza mi juego. No vuelvas, porque si lo haces, seré yo la que no tenga compasión alguna, y creeme, desearás no haber vuelto.