domingo, 26 de abril de 2015

16

Hacía mucho que quería hablarte, así, sin llegar a hacerlo. De todo el jodido universo, la única persona que pensé que siempre estaría cerca, eras tú. Y miranos, a metros y tan lejos. Aún hoy busco una explicación convincente, un hecho, una frase que en tu mente hiciese click y se acabara. Tu y yo.
Si pudiera decir en algún momento que he sido feliz, han sido esas tardes de viernes, quedando donde siempre y llegando tarde, planeando la vida mientras nos dirigíamos a ninguna parte. A veces pensaba que nada podía empeorar y es ahora cuando me doy cuenta de que tengo el mundo patas arriba y no te puedo llamar. No puedo hacerlo porque sé que no te gustaría escucharme llorar, porque el orgullo se ha adueñado de mi y he dejado a la intemperie los recuerdos, para que se acaben de romper, como si doliera algo menos.
Sabes que me iré, desde que nos conocimos eres consciente de lo que anhelo ser libre, pero de alguna forma sé que nos volveremos a encontrar ahí fuera, de que algún día se interpondrá un café entre tu y yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario