martes, 30 de septiembre de 2014

On my way

Somos expertos en crearnos nuestros propios infiernos. 


lunes, 29 de septiembre de 2014

Nothing at all

Siempre es lo mismo, siempre es sufrir, ¿dónde hay un puñetero momento de descanso? Creo que ya va siendo hora, ¿no? No tengo ni idea de qué debería hacer. Por una parte claro que me encantaría seguir donde lo dejamos aquella noche, pero, y siempre el pero, a estas alturas no sé si es posible. ¿Deberíamos dejarnos ir? Sé que no me rindo, y que quizás no lo haga, simplemente aguante hasta ver que pasa, ¿pero por qué?
¿Acaso no es la misma situación? ¿y qué paso al final? Lo sabes bien, amigos, así fue. ¿Y qué sois? Nada.


domingo, 28 de septiembre de 2014

Piano piano

Retos, de eso ha ido esta semana. No ha sido agradable sentir que soy inútil por no haber podido adquirir los conocimientos oportunos para enfrentarse a la vida, pero eso es la experiencia, los conocimientos que vamos adquiriendo para saltar cada obstáculo. Y la experiencia no la da más que el tiempo y estos malos ratos que nos sirven para tumbarnos en la cama y llorar, secarnos las lágrimas y decir, has aprendido, ahora aplicalo. 
También ha sido una semana de recibir una gran lección y de probarme, otra vez. De saber que no me rindo y de que lo difícil va conmigo, y estoy orgullosa. No sé donde acabará esto, no sé si Madrid será la respuesta o tendré que seguir buscando dónde está el camino. Pero sin duda alguna debo ir a por todas, en cada cosa que haga, porque no hay otra opción. 
Si es verdad que estoy hecha de la materia de los ganadores alcanzar la cima no va a ser tarea fácil. Nadie va a hacer el trabajo por mi. Así que aquí estoy, otra vez, luchando hasta el final, batalla a batalla. 

lunes, 22 de septiembre de 2014

The Netherlands

No tengo ni idea de por donde empezar. Ha sido el puñetero verano de mi vida. Llegué con el miedo en el cuerpo, debo admitirlo. Pero a lo largo de las semanas empezaba a sentir que estaba en casa, que ese era mi lugar. Me llevo a grandes personas de allí, a mi segunda familia, aquellos que siempre recordaré con una infinita sonrisa, a mi pequeño de ojos azules, mi ratilla, aquél que me hacía correr detrás de él, que lloraba, que se tomaba el biberón encima de mi, que me sonreía cuando decía su nombre. Mi niña de rizos dorados, aquella que era un reto, pero no por ello la he querido menos. Supieron ganarme, día a día, palmo a palmo. 
También he encontrado personas que es mejor olvidar, de las cuales lo único que he sacado es que debería tener más cuidado a la hora de elegir y de lanzarme al vacío, porque no cualquiera lo merece. Pero sin duda, lo que me he llevado con creces de esta experiencia es el conocerme mejor, el probarme, el saber dónde tenía los límites y superarlos. He roto muros y derribado barreras y ahora sé que no tengo limites, y que cualquier obstáculo que aparezca, por mucho que me parezca, puedo saltarlo o rodearlo, porque a veces esa opción también es la acertada. 
Me llevo también un sentimiento encontrado, alguien que se cruzó en mi camino al final y que ha dejado huella, aunque esto puede ser también para mal. De momento está ahí, con sus ojos azules y su sonrisa, haciéndome reír sin saber que podría enamorarme cualquier día perdidamente de él, pero tengo que frenar. No sé hasta cuando durará, desconozco el momento en el cual dejaré de ser algo para él, si se cansará de hablar con la chica española del frappe moka. Pero si algo me ha enseñado esta experiencia es que debo vivir el momento, no preocuparme por lo que vendrá pues suficiente tengo con el hoy, y hay que vivir, y para ello, no hay otra que ir segundo a segundo, paso a paso. 
Gracias Holanda, gracias Sabina, Marc, Lisanna, Sven...
Atardecer en Schijndel, The Netherlands