domingo, 30 de marzo de 2014

Al menos, sobrevivir.

Nos juramos mil veces y una no volver a caer, aprender, escarmentar... y voy yo, y no contenta con tropezar con la misma piedra, doy marcha atrás sin soltar el acelerador. Vivo en una tristeza a sorbos, disfrutando a ratos de una autodestrucción inminente que llega sin llegar. Y cada vez odio más los lunes de café sólo, de desistir, de dormir a tramos, primero al lado izquierdo y luego al suelo, de sin ti pero contigo aunque me cueste la esencia, de no poder sonreír y morir por ello. Y para qué hablar del resto de la semana, con sus olores intermitentes, yendo de vacía, y contando historias con cada mirada, deseando tener el océano a mis pies y si quiera toco el suelo. Yo que cada luna llena me juro al menos, sobrevivir. 

sábado, 1 de marzo de 2014

De cero.

Dentro de unos meses empezaré una aventura que me llena de ganas pero a la que también temo. Un nuevo país, sin conocer a nadie, sin nadie allí a quién recurrir. Creo que será la oportunidad perfecta para ver de qué pasta estoy hecha, saber hasta dónde puedo llegar.
Holanda, ya queda menos.