viernes, 28 de febrero de 2014

Pause

Puedes hacer cualquier cosa con otra persona. Puedes ponerla contra las cuerdas, saltar encima suyo, hacerle sonreír, pero nunca jamás uses a una persona, nunca la utilices...

jueves, 20 de febrero de 2014

No puedes cambiar lo que no quiere ser cambiado

Es imposible cambiar un sentimiento, pero si eso de por si duele suficiente, imagina lo que es tratar de entrar en la vida de alguien cuando aún permanecen en él sentimientos por otra persona. Pero que decir de nosotros, somos masoquistas, en plan hardcore además.

viernes, 14 de febrero de 2014

¿Jugamos?

Hoy en día, pocos consiguen no ser la marioneta de alguien. Somos el juego de otra persona, alguien que nos usa a placer para sus propósitos, y lo peor de todo es que no reaccionamos. Parece darnos igual sabernos metidos en un juego en el que somos participes a medias. Nos damos cuenta tarde de la función, cuando ya se ha escenificado y no aprendemos. No nos sirve como lección para un futuro inmediato, porque no pensamos que nadie más vaya a hacernos lo mismo, o por el contrario creemos haber aprendido de nuestros errores y sin duda nuestro peor error es no aprender.

miércoles, 12 de febrero de 2014

We never know it

A veces lo único que nos queda para evadirnos de nuestra vida miserable es la ficción: las películas, los libros, las series. Cualquier cosa que nos permita durante un par de horas centrarnos en vidas ajenas, vidas ficticias e imaginarnos cómo sería esa vida protagonizada por nosotros mismos, ¿seríamos más felices? ¿o por el contrario aun más desdichados? Creo que nunca lo sabremos. La ficción es sólo eso, una catapulta a otra realidad, que nos ayuda en más de una ocasión a no pensar, no sentir.

martes, 11 de febrero de 2014

Ver la luz, no significa salir del túnel.

Todos hemos oído esa frase tan motivadora: arriésgate, ¿qué puedes perder? A lo que yo respondo todo, lo puedes perder absolutamente todo. Puedes dejarte por el camino tu dignidad, tu orgullo, tus ganas de hacer las cosas, puedes perderlo todo.  
No soy partidaria del pesimismo, pero llevamos ya 4 años o 5 de crisis económica y esto va a peor y a peor. Antes creía (ilusa de mi) que esto tendría un final, uno cercano para más inri. Pero cada vez veo más negro todo. No sólo debo plantearme si mi familia podrá económicamente pagar el último año de mi carrera, sino que además, me planteo la posibilidad de abandonar unos estudios que no me han costado poco esfuerzo, debiendo buscar trabajo, un trabajo inexistente ahora mismo o en caso de encontrarlo una explotación digna de los campos de algodón. Y aún así, lo aceptaría. 
¿Somos conscientes del pesimismo que reina hoy en día en nuestro país? Hace años las decepciones dolían, claro que dolían, dolían como ahora, pero tenías otros motivos para sonreír, para seguir. Tu familia tenía un nivel de bienestar, nadie se pasaba las noches en vela pensando en cómo se iba a llegar a fin de mes, y no había que elegir entre comprar unos pantalones o un libro. 
Espero que esto acabe pronto, o al menos, espero aprender a vivir mejor con ello.

domingo, 9 de febrero de 2014

Todo tiene su final.

No tenía ni idea de cómo retomar esto. Ha tomado tantos caminos, y no sé por qué. Sinceramente creo que fue un error conformarme con uno sólo de ellos, ¿por qué debería elegir? ¿Acaso no pueden darse varias cosas a la vez? Eso mismo será lo que intente esta vez (dicen que a la tercera...). Sobre todo será mi vía de escape puesto que tengo esa sensación de no tener a nadie más, amigos decían, te acompañarán decía... Lo mejor de todo, es que no sé de qué me extraño.
Darlo todo por alguien nunca es bueno, es algo que deberíamos aprender. Es una reverenda chorrada eso de entrégalo todo cuando quieres a alguien, cuando tienes una amistad, ¡y una mierda! Nadie se merece que des todo de ti, ¿para qué? ¿pisotearte cuando estás en el fango? Creo que deberíamos aprender de una vez y por todas la lección, que ya nos vale, con esto de los sentimientos vamos peor que con los idiomas, somos negados no, lo siguiente.
Mi primer propósito, bueno, el segundo, será no darlo todo por alguien y tratar a la gente como te han tratado. Basta ya de cristianismo y otras mejillas. Aquí quizás se perdone, pero no se olvida.